Quien se lo iba a imaginar en aquel maravilloso 5 de octubre que pasados veintiún años que estaría encabezando su conmemoración la primera mujer en la historia Presidenta de la República. Sin duda que en aquel entonces era más fácil derrotar con un gran NO en el voto al dictador, que poner a una mujer a conducir el destino del país. ¡¡¡¡¡Cómo nos cambia la vida!!!!
Hoy tenemos una democracia en marcha, una coalición vigente que ha transformado radicalmente a nuestra sociedad, que aún tiene mucho que mejorar en justicia e inclusión social, en romper la discriminación y la exclusión pero que indiscutiblemente entre sus logros ha puesto a las mujeres en el escenario nacional con fuerza, visibilidad y poder.
No existe aun toda la equidad a la que tenemos derecho, pero lejos tenemos mucho más de la que nunca dispusieron las mujeres chilenas a lo largo de la historia nacional. A pesar de los grandes cambios ocurridos tenemos desafíos por cumplir que comprometen, al igual que los pasados veintiún años, nuestros continuos esfuerzos y empuje.
Enfrentar las tareas futuras en el campo de las libertades y de las igualdades de género exige derrotar la incomprensión de algunos de los nuestros o la inaceptable demagogia de la derecha, que aún no entienden la transformación para Chile de la presencia femenina en la conducción de las políticas públicas, en la defensa y protección a los más desposeídos, en el liderazgo en integración con América Latina y el mundo, en la puesta de la paridad como un propulsor de la democracia y la justicia social.
Somos Mujeres que luchamos por recuperar la democracia y construir una patria justa e igualitaria, que construimos día a día el Chile para todos y todas, mujeres que llevamos un arcoiris en el corazón, que todavía cantamos, soñamos y que defenderemos esta democracia, y jamás, jamás dejaremos que la derecha vuelva a apoderarse del destino de nuestro pueblo como lo hizo a sangre y fuego hace ya 26 años, resistimos entonces, no lo permitiremos hoy.
Por eso y gracias a los veintiún años recorridos, vamos a profundizar los cambios y alcanzar mayores grados de libertad, avanzaremos en las reformas políticas democratizadoras, en los derechos laborales, en la participación ciudadana, en las libertades individuales y colectivas, en la equidad y representación equilibrada de hombres y mujeres en la vida pública y privada, y en la consolidación de un estado social de derechos, son las tareas del progresismo y, en su concreción, las mujeres jugaremos un rol fundamental.
NI UN PASO ATRÁS, porque VAMOS A VIVIR MEJOR
Hoy tenemos una democracia en marcha, una coalición vigente que ha transformado radicalmente a nuestra sociedad, que aún tiene mucho que mejorar en justicia e inclusión social, en romper la discriminación y la exclusión pero que indiscutiblemente entre sus logros ha puesto a las mujeres en el escenario nacional con fuerza, visibilidad y poder.
No existe aun toda la equidad a la que tenemos derecho, pero lejos tenemos mucho más de la que nunca dispusieron las mujeres chilenas a lo largo de la historia nacional. A pesar de los grandes cambios ocurridos tenemos desafíos por cumplir que comprometen, al igual que los pasados veintiún años, nuestros continuos esfuerzos y empuje.
Enfrentar las tareas futuras en el campo de las libertades y de las igualdades de género exige derrotar la incomprensión de algunos de los nuestros o la inaceptable demagogia de la derecha, que aún no entienden la transformación para Chile de la presencia femenina en la conducción de las políticas públicas, en la defensa y protección a los más desposeídos, en el liderazgo en integración con América Latina y el mundo, en la puesta de la paridad como un propulsor de la democracia y la justicia social.
Somos Mujeres que luchamos por recuperar la democracia y construir una patria justa e igualitaria, que construimos día a día el Chile para todos y todas, mujeres que llevamos un arcoiris en el corazón, que todavía cantamos, soñamos y que defenderemos esta democracia, y jamás, jamás dejaremos que la derecha vuelva a apoderarse del destino de nuestro pueblo como lo hizo a sangre y fuego hace ya 26 años, resistimos entonces, no lo permitiremos hoy.
Por eso y gracias a los veintiún años recorridos, vamos a profundizar los cambios y alcanzar mayores grados de libertad, avanzaremos en las reformas políticas democratizadoras, en los derechos laborales, en la participación ciudadana, en las libertades individuales y colectivas, en la equidad y representación equilibrada de hombres y mujeres en la vida pública y privada, y en la consolidación de un estado social de derechos, son las tareas del progresismo y, en su concreción, las mujeres jugaremos un rol fundamental.
NI UN PASO ATRÁS, porque VAMOS A VIVIR MEJOR
Mujeres Por y Para la Democracia
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